martes, 20 de octubre de 2009

Los niveles de la práctica: en las entrevistas preliminares

Miller se refiere a unos niveles de la práctica en las entrevistas preliminares, estos niveles son:

1. Avaluación clínica
Subjetivación
2. Localización subjetiva
Rectificación
3. Introducción al inconsciente


Plantea que hay un vínculo entre dichos niveles (entre (1) y (2), “subjetivación” y entre (2) y (3), “rectificación”) (Miller, p. 20).

En la avaluación clínica diríamos que el propósito es que el analista pueda realizar un diagnóstico del paciente, que el analista saque conclusiones sobre la estructura clínica de ese sujeto que viene a consultar, pero para esto el analista debe poseer un saber clínico que le permita conocer las características de las estructuras clínicas de los sujetos, que pueda diferenciar entre una neurosis histérica y una psicosis, entre un pre psicótico y un neurótico, entre un perverso y un neurótico etc.

Esta diferenciación es muy importante en el momento de decidir si la demanda puede ser avalada o si ésta va a ser recusada. Si existe una sospecha de psicosis el analista debe buscar en lo que Miller define como Fenómenos elementales, estos son:

1. Fenómenos de automatismo mental: irrupción de voces, del discurso de otros, en la más intima esfera psíquica (Miller, p. 24).
2. Fenómenos que conciernen a cuerpo: fenómenos como descomposición, despedazamiento, separación, etc.
3. Fenómenos que conciernen al sentido y a la verdad: testimonios por ejemplo de experiencias inexplicables de certeza absoluta (con respecto a la identidad o a la hostilidad de un extraño).

Sin embargo el analista ha de ser muy cuidadoso con estas lecturas y contar con el saber clínico que le permita esta diferenciación, ya que el acto de aceptar o no la demanda de un paciente pone en juego su posición ética.

El inicio del acto analítico: Las entrevistas preliminares

Hay una diferencia clara entre el paciente de la psiquiatría y el paciente del psicoanálisis, diferencia que se evidencia en el solo hecho de que el paciente del psicoanálisis es aquel que llega donde el análista queriendo ser un paciente mientras que el paciente de la psiquiatría es un sujeto que otros denominan como tal: la familia, las personas que lo rodean y el mismo médico que lo atiende.

En la experiencia de práctica en la clínica psiquiátrica Nuestra Señora del Sagrado Corazón, veía como los pacientes psiquiátricos eran llevados a la institución para ser hospitalizados porque en las fases que los profesionales definen como agudas se tornaban “inmanejables” para sus familiares, éstos eran, en la mayoría de las ocasiones, quienes solicitaban que el sujeto fuera internado mientras se estabilizaba y el indicador más importante para determinar que ya éste se encontraba “regulado” era que su comportamiento fuera “manejable” por los profesionales y por supuesto por las familias.

Esto no ocurre con el paciente del psicoanálisis, ya que es éste quien debe realizar la demanda de ser admitido como paciente y es el analista a quien le corresponde aceptar o no esa demanda que hace ese sujeto que llega a análisis.

El analista tiene entonces una gran responsabilidad, pues según Miller aceptarlo o rechazarlo es ya un acto analítico, puede decirse entonces que dicho acto analítico inicia entonces desde la bienvenida: “se trata de una práctica común, nuestra y también de una ética. La práctica de las entrevistas preliminares no tienen sentido alguno fuera de este contexto, esto es, sin decir que ya se considera en juego el acto analítico y la ética del psicoanálisis en el inicio mismo de la experiencia analítica” (Miller, p. 18).

Las entrevistas preliminares son pues la forma de comenzar el proceso de análisis, es la forma como se da una estructura a las “bienvenidas” (Miller, p. 19), estas entrevitas previas significan un aplazamiento del inicio, ya que el analista debe estar seguro de poder avalar la demanda de analisis del paciente de acuerdo con unas razones específicas. Por último es importante señalar que esta práctica no tiene standares, las entrevistas preliminares no pueden estandarizarse, el tiempo de duración depende de cada paciente.