lunes, 23 de noviembre de 2009

La introducción del malentendido: evolución de la modalización del dicho.

En las entrevistas preliminares hay una función esencial del analista, la función del malentendido. Un sujeto puede sentir que nadie lo entiende, pero en realidad lo que sucede es que es el mismo sujeto quien no se entiende, la asociación libre es la posibilidad de introducirse en el auto malentendido, es por esta razón que la pasión analítica es la pasión por la ignorancia.

“La localización subjetiva consiste en hacer aparecer la caja, esa caja vacía del sujeto donde se inscriben las variaciones de la posición subjetiva” (Miller, p. 56).
El sujeto es entonces esa caja vacía, ese lugar vacío donde se inscriben las modalizaciones, ese vacío encarna el lugar de su propia ignorancia, encarna el hecho de que lo que se debe hacer surgir en realidad es, a través de todas las variaciones de las modalizaciones, la siguiente: “yo no sé lo que digo”, es en este sentido que se plantea que el lugar de la enunciación es el propio lugar del inconsciente.

Sobre la localización subjetiva:

Para determinar la localización subjetiva del paciente es esencial tener en cuenta lo que dicho paciente dice, ”lo que significa separarnos de la dimensión del hecho para entrar en la dimensión del dicho, que no está muy lejos de la dimensión del derecho” (Miller, p. 38). Pero además de eso se hace necesario preguntarse por la posición que toma aquel que habla con relación a sus propios dichos, es decir identificar la enunciación.

Una manera que permite ver la posición subjetiva y de esa manera marcar el valor del dicho es identificar la modalización del dicho, en las palabras que el sujeto usa para referirse a algo, ya que todas esas palabras indican la posición que el sujeto asume ante él.

Es importante entonces distinguir entre el dicho y la posición que asume el sujeto con relación al dicho. “como principio del método, es imperativo para el analista distinguir siempre el enunciado de la enunciación y paralelamente, el dicho del decir. Una cosa es el dicho, el dicho como hecho, y otra lo que el sujeto hace con lo que dice” (Miller, p. 44).

Lacan plantea que “en cada cadena significante se sitúa la cuestión de la atribución subjetiva”, esto lo explica Miller con las siguientes palabras: “No hay una sola cadena significante sin que se plantee la cuestión del sujeto, de quién habla, y desde qué posición habla”. (p. 50), pero además Miller plantea que cada palabra que el sujeto expresa, es en realidad la repetición del discurso del Otro, es una cita. Se formula además que hablamos modificando constantemente la posición del sujeto…

HECHO VS DERECHO

“En el análisis la cuestión del derecho es esencial, mucho más que la cuestión de los hechos. En general, las personas que vienen al análisis se sienten “mal hechos”. Esto es verdad por ser propio de la condición humana. Son los neuróticos los que se perciben fundamentalmente mal hechos” (Miller, 35).

“El sujeto en la clínica es un sujeto de derecho, un sujeto que establece su posición con relación al derecho, o sea, no se trata de un sujeto de hecho. Y si alguien va a “observar” al sujeto, buscándolo en la objetividad, jamás lo encontrará. Encontrará por ejemplo porcentajes”. (Miller, 37).

“Decir que el sujeto en la clínica no es un sujeto de hecho sino un sujeto de derecho, equivale a decir que no se puede separar la clínica analítica de la ética, de la ética del psicoanálisis” (Miller, 37).